Esa tarde, en la que te apetecía comerte algo sabroso... fuerte y consistente, que además te permitiera mitigar la sed producida... por lo salado de la mañana... osea ir bebiendo cerveza con lima y hielo... hasta que el cuerpo aguantara jejeje.
En esos momentos en los que una bolsa de chips... decentes... y unas olivas alternando con viajes al fuet... te calman esa ansiedad... te das cuenta de que tienes restos de feria... a saber:
- Una salsa de pollo al curry... de indeterminada fecha pero en perfecto estado.
. Los restos de un terra y mar de butifarra fresca y unos calamares fresquisimos que me agencie y que junto con su tinta y los restos de una pipirrana "con tos los avios" jejeje... me permitieron otra tarde de gloria.
- Un poco de salteado de verduras frescas a lo chino... que encontré en otro tarro...fruto de alguna noche de esas que solo te entra lo verde.
Con estos ingredientes... empezó la liturgia que acompaña la confeccion del arroz... no paella... la paella exige un determinado nivel de ortodoxia que... yo solo me permito si me la pagan jejeje.
En una cazuela de rustir, se saltean unos ajitos picados junto con los restos troceados de una carcanada de pollo que descuartice y que estaba en el conge... como única muestra de componente fresco... de este arroz. Salteamos y le vamos añadiendo los restos de feria, junto con las raciones de arroz 4 en este caso mas un puñado por si sobraba y "alguien" entraba a saco en la nevera y lo descubría... pasadas unas horas. Añadiremos el arroz junto con el agua correspondiente y rectificaremos de sal.
Dejaremos que se consuma el agua de cocción; ya sabemos que son doble de la medida de arroz y luego que repose tapado 5 minutos hasta que se acabe de absorver los jugos.
Buen provecho.
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