Este fin de año, que se ha distinguido por la austeridad, la seriedad y sobre todo por la sensación de frío intenso; tanto... que pillé uno de esos constipados en los que se te junta el cogote con la pituitaria a la hora de arrancar los cuajos.
Ni que decir tiene que... los estornudos de proporciones bíblicas, me han dejado la tráquea como si comiera sopa de chapas... los ojos... de tanto mirar p'adentro... como dos bollos preñaos... si... no exagero si digo que este... ha sido el padre de tos los resfriaos.
Me duelen los homoplatos... de abrirlos intentando ese arranque por mineras... dios santo... esos belfos encendidos... agrietaos... como a punto de reventar... como dos puñalás en un tomate... algo inaudito... llegó un momento en que... uno no sabe si estornudar o carraspear... porque el efecto es el mismo... es tal el marasmo de sentidos que intervienen en cada uno de los estornudos, que... pa qué.
A la hora de la cena de noche buena... ese caldo caliente... digo caliente... VOLCÁNICO... los brillos de la grasilla del pollo flotando sobre el plato hondo... mirándome... sé positivamente que... ARDEN... entonces???... PARA QUE CARAJO METO LA CUCHARA Y INTENTO SORBERLO???.
Una vez anestesiada esa parte tan delicada.....ANESTESIADA???... abrasada digo yo., te caen esos dos lagrimones... colmo puños de picapedrero sobre las mejillas y recuerdas aquellas de la primera ostia que te arrearon.
Luego de recuperarte del sopicidio... te encuentras flotando entre los villancicos y las canciones de moda que triunfaron hace 50 años... ES QUE NADIE INVENTA NUEVAS CANCIONES DE ÉXITO???... todos son refritos.
Sin mas que añadir por el momento, aprovecho para felicitar el nuevo año a todos los lectores entre estornudo y estornudo.
FELIZ 2012.
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