Después de encontrarlas en el mercado, brillantes... medianas... gordisimas de grasas omega3... al llegar a casa, se descabezan y se lavan dejándolas unas horas en remojo con agua limpia y un puñado de sal gruesa, así se endurecen y toman la sal justa. se enharinan y se fríen en abundante aceite; reservandolas en una cazuela de barro, en el aceite que queda, se fríen ajos, que se doren sin quemarse y se le añade pimentón dulce, orégano y hojas de laurel y guindillas tipo cayena al gusto, se saltea con un chorro de vinagre de vino dejando que se evapore el alcohol y se le añade un vaso de agua para que se desengrase el escabeche.
Una vez terminado se echa por encima de las sardinas y se deja reposar hasta la hora de la comida.
Servir con cerveza y limonada y pan con tomate.
Buen provecho.
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